En los puzzles...

En los puzzles se esconden piezas únicas que dependen entre si para ser un todo... A menudo, buscamos a una persona que sea la pieza que da sentido a nuestra vida, a nuestro puzzle particular, y podría tener sentido...pero pero pero pero SIempre Pero

Parejas que alimentan carencias pero que lo viven como el puzzle perfecto, padres e hijos, herman@s y al final; todo lo acontecido para entender que yo soy mi propio puzzle, que yo tengo esa pieza que llena mis carencias. Y darme cuenta de ello me permite no pasarme la vida esperando a que las cosas lleguen de otros, así además no exijo, así además soy honesta conmigo y contigo.

Si completamos nuestro propio puzzle es increible compartirnos, por el contrario, podemos encargarnos de no poder ver jamás en el otro su paisaje, sólo el que nuestra fantasia quiere.
Ya me tengo puzzle,y el paisaje que formo se llama Claudia.

En el vacio fértil...

Desde que nacemos conocemos el vacio, el miedo, cambiar de lugar, el volver a empezar, el adaptarse a un nuevo medio; y nadie nos prepara para ello.
Llegamos en pañales y sedientos de madre nutritiva que no nos suelte de la entraña, pero aún así tenemos que vivir en el vacio aunque tan solo sea décimas de segundo para saber que buscar allí, aquí… Lo primero que recibimos al salir del vientre materno es una palmada en el culo que nos anuncia las prisas por respirar, respira, respira… o muere y así es la vida…
El vació fértil es de las cosas más bellas que nos ha regalado nuestra naturaleza compleja, sólo en este vacío crecemos como una flor frágil que es única e irrepetible.
Salgo de tu vientre con los ojos abiertos de par en par, con las manos preparadas para agarrarme a ti, con los pulmones con el aire justo para que me recuerdes que sé respirar.