En tus izos, se hayan las maquinarias más avanzadas que se conocen hoy por hoy en cuanto a interconexiones. A veces, hacen chispas pero nadie lo puede percibir, sólo tu.
En todos y cada uno tus rizos están tus verdades, le das voz a tu verdad solo a través de la música, eres música, eres mucho más que música, eres luz.
Pero de que sirve ser música, si te piensas sinfonía, de que sirve ser caótica y dejada, si te puede el orden…
Eres melodía aun no transitada, melodía desconocida y agazapada de todo ojo ajeno, dedicas alto entrenamiento a las artes del escapismo, pero luego, tu luz esta dentro sedienta por vivir la mitad de lo que tú vives. Entrenas tu Luz para pasar pruebas hasta de grandes conservatorios, que siempre has sabido que sirven para conservar y tu eres una transgresora. A veces, ser sinfonía es lo más cómodo para no tener que escribir tu partitura, además las sinfonías gustan más a los demás, ya que si eres melodía y diferente, quizás no tengas público.
En tus rizos un tobogán estudiado que solo deja deslizarse lo superficial, y cuando tocas tu corazón en forma de violín, entonces, entonces ya no puedes engañar con sinfonías porque tus manos cargadas de dedos, tienen en cada uno de ellos tu luz.
Pero mejor echo a tu tobogán lo que te encanta repetirte, eres un desastre por no ser capaz de reconocer, que no lo eres.
Creo en ti y sé que tu luz en algún momento, en algún lugar, la veras brillar, yo te vi brillar. Yo, te vi brillar el mismo día que te conoci.